Si a Spielberg le cuesta estrenar en el cine…


Spielberg-Lucas

No es nuevo que distribuir películas en la pantalla grande se hace más y más complicado.
No sé si alguna vez fue fácil, pero todos coinciden en lo imposible que está siendo llegar a esos complejos de salas con grandes afiches y popcorn con sobreprecio. Con la baja en los costos de producción vino la sobreoferta de películas que, sumados a las películas gringas (las con mayor entrada en nuestro país), no dejan espacio disponible para tanta producción nueva en la pantalla grande, tanto en Chile como en el resto del mundo. ¿Vale la pena que estén todas las películas en la pantalla grande? ¿Sí? ¿por qué no programar en televisión o en internet? Siga leyendo, vamos, no sea flojo

Roger Ebert: dos dedos arriba

ebertEl trabajo de un crítico es quizás similar del que aquellos directores que le toca revisar en sus columnas: solitario, lleno de disciplina,  con una cuota muy alta de obsesión disfrazada de trabajo. Sin saber quizás si lo que estás haciendo tendrá un buen aterrizaje o, mejor aún, si logrará conectar con alguien, acercarnos a una película, cuestionarse y, por extensión, cuestionarnos. Siga leyendo la reseña de Roger Ebert

Los Miserables

Hugh-Jackman-in-Les-Miserables-2012-Movie-Image-4-600x400Cuando una película es una adaptación, ya tiene un piso sobre el cual ponerse de pie. Es una historia que funciona, que tiene claro su norte y que no debiera fallar en eso que muchos fallan: la historia.  Adaptar pareciera ser la oportunidad precisa para demostrar el talento de sus intérpretes, desde los actores hasta el director.

¿Cómo una película  agarra una historia tremenda cómo la escrita por Víctor Hugo y es capaz de flaquear en detalles tan evitables como la elección del elenco? En otras palabras, ¿qué hace Russell Crowe cantando en Los Miserables? Siga leyendo

‘Una película de…’

Seguir a un director es buscar en una voz, un autor, un sello y ver qué tiene qué decir en determinado momento. Es un voto de confianza, como volver al mismo restaurante una y otra vez porque sabes que no te va a defraudar y, si pasa, eres capaz de perdonarlo. O al menos, lo intentas. Sin embargo, creer que solo un director es el amo y señor de una película es tan torpe como pensar que un niño no necesita la colaboración de dos personas (al menos de partes de ellos) para ser concebido. Truffaut sin la ayuda en el guión de Jean-Louis Richard, o Woody Allen sin la fotografía de Gordon Willis, no serían lo que conocemos -y admiramos- de ellos, porque hacer cine, para bien o mal, requiere de muchas manos.

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El mejor artista-cineasta de Chile

Lo he conocido varias veces y en diferentes instancias. No es uno, son varios y entre sus diversas versiones se repiten rasgos que me hacen creer que son, de verdad, una especie dentro del medio artístico. El Mejor Cineasta de Chile se lo ha visto todo, conoce a todos los directores por nombrar y tiene una opinión clara sobre cada uno ellos. Sin embargo, para él, todavía no se ha hecho nada interesante, por lo que su película va a marcar un hito en el cine, renovar el lenguaje cinematográfico y pasar a la historia. Bien. Admirable. Sin embargo, lo más interesante, es que nunca se ha atrevido a hacer un cortometraje, una película o terminar un guión. Sí, tal cual.

No hablo de los críticos y menos los espectadores. Finalmente, los críticos hacen su trabajo y los espectadores pagan su entrada (o su conexión a internet) y tienen derecho a decir lo que quieran. Me refiero aquí al ser que te habla de lo buen director (o músico, pintor, etc) que es, de los mil proyectos que tiene, y que -en el fondo- nunca ha hecho nada. Porque nunca le ha parecido que lo hecho sea realmente bueno (para haber salido de él), porque nunca se ha movido para hacerla, porque nunca… (excusas varias).

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Desde mi cielo (The Lovely bones)

Pocas veces he salido tan desilusionado de una sala de cine como luego de la última película de Peter Jackson. ‘Desde mi cielo’ no es más que una combinación de imaginería ordinaria, basado en un uso de recursos técnicos que olvida su primera función: contar una historia y, lo más desagradale de todo, es que conlleva un nivel de cursilería visual que roza el sin sentido y se encuentra a sí mismo en la tierra del mal gusto.

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Oscar 2010: esta vez primó el cine

Para quienes creíamos -con temor- que el Oscar lo ganaba Avatar, la híbrida, colorida, de hipercalculado guión e hiper coloreada última película de James Cameron, debo decir que la Academia nos dió una grata sorpresa. Sí, porque el premio a mejor película se lo llevó ‘The Hurt Locker’  (mi crítica aquí), de Kathryn Bigelow (ex-esposa de James Cameron, director de Avatar). Vea aquí la lista de ganadores